Un grupo de investigadores han utilizado algas para generar energía y suministrarla a un microprocesador de forma continua durante un año, siendo este sistema una vía renovable y fiable de alimentar pequeños dispositivos a través de la fotosíntesis.
Esta investigación es el resultado de la cooperación entre la Universidad de Cambridge y Arm, empresa especializada el diseño de microprocesadores. Arm se encargó de desarrollar el chip de prueba Arm Cortex M0+ y recolectó los datos obtenidos en el experimento.
El sistema posee un tamaño comparable al de una pila AA y contiene un alga no tóxica llamada Synechocystis que recoge de forma natural la energía del sol mediante la fotosíntesis. La corriente eléctrica que genera interactúa con un electrodo de aluminio y se utiliza para alimentar el microprocesador Arm Cortex M0+, el cual es muy utilizado en dispositivos del Internet de las Cosas.
El sistema está fabricado con materiales comunes, baratos y en gran medida reciclables, lo que permitiría replicarlo fácilmente cientos de miles de veces para alimentar un gran número de pequeños dispositivos. Los investigadores afirman que es probable que sea más útil en situaciones fuera de la red o en lugares remotos, donde pequeñas cantidades de energía pueden ser muy beneficiosas.
Cabe señalar que el sistema puede seguir produciendo energía durante los periodos de oscuridad. Los investigadores creen que esto se debe a que las algas procesan parte de su alimento cuando no hay luz, lo que sigue generando una corriente eléctrica.
“Nos impresionó la constancia con la que el sistema funcionó durante un largo periodo de tiempo; pensábamos que se detendría al cabo de unas semanas, pero siguió funcionando”, declaró el Dr. Paolo Bombelli, investigador del Departamento de Bioquímica de la Universidad de Cambridge.