PUMA anunció que ha reducido de manera significativa las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de sus operaciones y su cadena de suministro entre los años 2017 y 2021, a pesar de que su negocio creció notablemente durante ese período.
De acuerdo con información de la compañía, la emisiones de carbono propias y las procedentes de la energía comprada se redujeron en un 88% en 2021 en comparación con las emisiones de 2017.
Aunque PUMA registró un crecimiento del 65% entre 2017 y 2021, las emisiones de dióxido de carbono de su cadena de suministro se redujeron en un 12%.
Adicionalmente, la compañía compró electricidad 100% renovable a través de tarifas de electricidad renovable y certificados de atributos de energía renovable, cambió su flota de automóviles a motores eléctricos, usó materiales más sostenibles e hizo mejoras de eficiencia a nivel de fábrica para reducir sus emisiones.
Como parte de su estrategia en materia de sostenibilidad, en 2021, PUMA amplió el uso de poliéster reciclado al 55% en prendas de vestir, y contempla utilizar el 75% de poliéster reciclado en prendas y accesorios para el año 2025.
“Por primera vez publicamos las cifras de toda nuestra cadena de valor y hemos progresado hacia la consecución de nuestras ambiciones climáticas en los últimos años. Nuestras propias emisiones y las derivadas de la energía adquirida se han reducido más de lo necesario para cumplir nuestra parte de mantener el cambio climático por debajo de 1.5 grados. No nos detendremos aquí y seguiremos introduciendo mejoras para estar a la altura de nuestra estrategia de sostenibilidad”, declaró Stefan Seidel, director de Sostenibilidad Corporativa de PUMA.