Intel anunció recientemente que tiene el objetivo de lograr las cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en sus operaciones para el año 2040, aumentar la eficiencia energética y reducir la huella de carbono de sus productos y plataformas. Como parte de esta estrategia, Intel también trabajará con los clientes y socios para crear soluciones que reduzcan la huella de gases de efecto invernadero del ecosistema tecnológico.
Para materializar esta iniciativa, Intel ha establecido la meta intermedia de utilizar electricidad procedente al 100% de fuentes renovables en todas sus operaciones para el año 2030, así como invertir 300 millones de dólares en la conservación de la energía en sus instalaciones para lograr un ahorro acumulado de 4,000 millones de kWh y lanzar un programa de investigación y desarrollo para identificar productos químicos más ecológicos con menor potencial de calentamiento global.
Adicionalmente, Intel colabora activamente con sus proveedores para identificar áreas de mejora, incluyendo el aumento del enfoque en la conservación de la energía y el abastecimiento de energía renovable, el aumento de la eficiencia de los productos químicos y los recursos, y el liderazgo de los consorcios de la industria para apoyar la transición a una cadena de valor de fabricación de semiconductores con cero gases de efecto invernadero.
La compañía también se ha comprometido a asociarse con los proveedores para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la cadena de suministro en al menos un 30% antes del año 2030.
“El impacto del cambio climático es una amenaza global urgente. Como una de las principales empresas de diseño y fabricación de semiconductores del mundo, Intel se encuentra en una posición única para marcar la diferencia no sólo en nuestras propias operaciones, sino de una manera que facilite que los clientes, los socios y toda nuestra cadena de valor también tomen medidas significativas”, declaró Pat Gelsinger, CEO de Intel.
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