Recientemente Porsche estrenó el 718 Cayman GT4 RS, resaltando que dicho vehículo es impulsado por combustible con emisiones reducidas de dióxido de carbono, conocido como eFuel, y que se basa en un biocombustible que es fabricado a partir desechos de alimentos.
La compañía ya había demostrado el uso de este combustible en motores de alto rendimiento en la categoría Porsche Mobil 1 Supercup, donde se utilizó en todos los coches 911 GT3 Cup durante las carreras de la temporada 2021.
Los eFuels se producen utilizando la electricidad generada por energía eólica, que a su vez se utiliza para obtener hidrógeno a partir de un proceso de electrólisis. Posteriormente, el hidrógeno se procesa con dióxido de carbono extraído del aire para producir metanol. Finalmente, el metanol se convierte en una gasolina cruda sintética, que a su vez se procesa en un combustible que cumple la normativa y que puede utilizarse en todos los motores de gasolina.
Cabe señalar que Porsche, Siemens Energy y otros socios internacionales participan en el proyecto conjunto Haru Oni, la primera planta comercial integrada a gran escala del mundo destinada a fabricar este tipo de combustibles sintéticos. La planta aprovecha las condiciones ideales de la región de Magallanes, en el sur de Chile, para generar energía eólica, que se utilizará como fuente sostenible de electricidad para producir gasolina sintética.
Se espera que la planta produzca alrededor de 130,000 litros de combustible al año a partir de 2022.